A todos nos gusta que nos
aprueben, La aprobación no es un mal en sí misma, pero se convierte en
patológica cuando es una necesidad en lugar de un deseo.
Es imposible lograr la
aprobación de todas las personas en todas las cosas que hagan, ya que todos los
seres humanos somos diferentes.
Además, aunque parezca
extraño, cuanto más se busca aprobación, menos se la encuentra.
Hay una pequeña fábula que
ilustra esto, ya que la ausencia de la búsqueda de aprobación como necesidad
podría ser definida como la felicidad.
Un gato grande ve cómo un
gatito trataba de agarrarse la cola y le pregunta: ¿Por qué lo haces?
Y el gatito dijo: “Porque
he aprendido que lo mejor es la felicidad y mi cola es la felicidad”
Y el gato grande le
respondió: “Yo también sé que mi cola es la felicidad, pero me he dado cuenta
que cuando la persigo se me escapa y cuando voy haciendo lo que tengo que hacer
ella viene detrás de mí por dondequiera que yo vaya”.
Esto nos demuestra que
haciendo lo que nos gusta y sintiéndonos bien con nuestros pequeños logros,
esto debe bastar para colmarnos de felicidad…que esto no debe depender de que
los demás nos aplaudan o critiquen….ya que al final igual nunca les daremos el
gusto a los demás, de por si los seres humanos somos bastante inconformistas.
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