Seguidores

lunes, 8 de octubre de 2012

VIAJE INTERIOR VS. SUCUMBIR AL VACIO…



Los cuadros depresivos van en aumento, ya  afectan  en el mundo a más de 350 millones de personas y se proyecta como la segunda causa de discapacidad, y fue elegida este año como tema central en la Semana Mundial de la Salud Mental por su alta incidencia.

Estas cifras alarmantes son un llamado de atención para esta enfermedad, que consiste en un estado mental caracterizado por sentimientos de pesimismo, tristeza y desánimo, donde se pierde la capacidad de placer.

Según la Organización Mundial de la Salud, se estima que dentro de diez años la depresión será la segunda causa de incapacidad a nivel mundial y para el 2030 se cree que será la mayor responsable de carga de enfermedad.

Antes que nada, debemos saber que un momento de tristeza, desánimo o bajón momentáneo no significa que una persona sufra de depresión, es importante tenerlo en cuenta porque muchas veces tiende a confundirse, y la depresión es un cuadro psicopatológico, o sea una enfermedad y no un simple estado momentáneo.

La tristeza, el duelo, tiene sus tiempos y hay que respetarlos, pero los límites entre lo pertinente y lo patológico están dados por la intensidad de la reacción y por el tiempo de recuperación.

Se puede decir que una persona está deprimida cuando no puede enfrentar sus tareas habituales, ya sea laborales, familiares, académicas o sociales, la depresión está muy difundida en esta época por las dificultades que tiene el hombre para enfrentar un mundo que lo margina.

Vivimos una época muy difícil, donde cada vez estamos más alejados de nosotros mismos, de la naturaleza, de Dios.

La falta de propósito en la vida nos está matando de a poco, el estar tan desconectados del ser que somos, el hecho de reprimir nuestra creatividad porque no está a la altura de lo que se considera una obra de arte según los parámetros de la sociedad en la que vivimos, el estar permanentemente sobreviviendo para “tener” y no para “ser”.

Mientras no nos volvamos conscientes que esta cultura del consumismo nos está debilitando cada vez mas como seres humanos no podremos hacer los cambios necesarios para volver a reencontrarnos con nuestra esencia, con lo que realmente deberíamos nutrir para alejarnos del vacío, del miedo, de esa tristeza constante y permanente que se convierte en depresión…que se arraiga en nuestra mente y nos destruye el alma, que socaba nuestras fuerzas para impulsarnos y seguir viviendo.

Creo que no podemos seguir mirando para afuera, la única alternativa que tenemos es mirar para adentro…intentar encontrar esa luz que existe dentro de cada uno de nosotros…y al fin iluminar nuestra existencia, a la que vemos insípida, sin sentido, sin razón…

Es el gran desafío que tenemos adelante como especie el adentrarnos en ese viaje interior o sucumbir al vacio que cada vez aprisiona mas nuestras vidas.

Esa falta de ánimo, de valor, esa carencia de sentido nos está robando la vida, es tiempo de colmarnos de “entusiasmo”…es tiempo de llenarnos de Dios por dentro, y vencer a la nada que se está tragando a toda la humanidad.

2 comentarios:

  1. Más que interesante lo que cuentas y me agrada que lo hagas de forma que se entienda.No me gustan los vacíos,los he sentido y se que hielan el alma pero gracias a Dios,siempre encontré alguna forma de llenarlos.
    Gracias por tu visita !!!
    Un abrazo y encantada de seguirte.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu mensaje! me pone muy feliz lo que expresas en cuanto a que es claro lo que manifiesto, me parece que es la unica manera de que se pueda llegar al corazon..y cumplir con mi intención.Cariños!!

    ResponderEliminar