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miércoles, 9 de julio de 2014


UN VERDERO DESARROLLO DEL SER

Son infinitas las ofertas que tenemos en plaza para realizar cursos de Desarrollo Personal, Motivación, Liderazgo Personal, etc, etc.

Son cursos desde los cuales salimos llenos de energía, motivados, entusiasmados, con una confianza en nosotros mismos que aparentemente podemos llegar a comernos el mundo…y lograr todo lo que nos proponemos, casi como considerarnos invencibles…, pero por supuesto la magia dura poco, pasa una semana o diez días y estamos exactamente igual que antes de pagar un fangote de dinero por el curso, que lógico los talleres no son muy accesibles que digamos, y hasta algunos son muy elitistas, claro no todos pueden acceder. 

Es mi punto  de vista que para que la motivación en la vida, y la autoconfianza sea permanente …mas  no solo durar un par de semanas,  debe ir si o si indefectiblemente de la mano del desarrollo de nuestra espiritualidad…tiene que tocar eso profundo de nosotros mismos, cosa que puede llegar a ser instantánea…si uno está en ese momento…y llegan ciertas palabras o sensaciones  a tocar tu puerta…que algo se abre misteriosamente de par en par, pero también sucede que esto vaya ocurriendo de a poco…paso a paso…que lleve su tiempo, esfuerzo de nuestra parte, dedicación, consciencia, voluntad sincera, ganas verdaderas de cambiar nuestra vida, de transformar nuestra existencia para bien, o sea cosa que se logra…trabajando en uno mismo día a día.

Considero que la mejor semilla que podemos plantar en nuestro interior, es la que  busque la armonía sublime entre nuestra existencia y la existencia fuera de nosotros, el poder crear sensibilidad en nuestras vidas, deleitarnos con la naturaleza en general, el poder empatizar con las personas con las que nos relacionamos aun conociéndolas muy poco pero viéndolas como legítimo otro que tiene todo el derecho de expresarse y de ser, así como el buscar la paz en esta vida con cada uno de nuestros actos.

Para ser espiritual no necesitamos pertenecer a ninguna religión o asistir a alguna iglesia, no depende de altares, ni de libros sagrados, ni de convenios bautismales, sino de nuestra conciencia individual que decide unirse con el resto de la creación y convertirnos en un ser humano, ya que no somos seres humanos solo por nuestra descripción de atributos físicos..hay algo interno que nos hace humanos o bestias, una elección personal.

Cuando nos acercamos a la espiritualidad verdadera ya no podemos contemplar el exterior de la misma manera a como lo veníamos haciendo, descubrimos otro paisaje, podemos respirar profundamente y sentirnos uno con el todo…nace dentro el deseo de solo trabajar para ser mejor cada día, y poner nuestro grano de arena para cuidar este planeta y lo que habita en el...nace el deseo de hacer uso de nuestros dones y ponerlo a disposición de los demás, de buscar conscientemente nuestra misión en esta vida, cosa que podemos convertirla en nuestro trabajo diario, con lo cual gozar desplegando todo nuestro potencial y beneficiar a otros.

Como parte de nuestro desarrollo personal el crecimiento espiritual es fundamental, para que exista una transformación real.

Al volvernos una persona espiritual, comenzamos a cuestionarnos sobre la verdadera naturaleza del ser humano. Y comenzamos a preguntarnos: ¿quién soy realmente? ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué pasa tras la muerte? ¿Tenemos un alma inmortal? ¿Tengo una misión o destino en mi vida?

En fin, la espiritualidad es la búsqueda de tu verdadero yo, tu verdadera esencia, y su conexión con el mundo y los demás…. no existe un verdadero desarrollo del ser humano si no nos abocamos a esta parte constitutiva del ser.

Sin plantearnos estas cuestiones es demostrable que caemos fácilmente en las redes del mundo material y en la sensación de vacío y falta de sentido cosa que nos invade en esta actualidad como una epidemia.  Si no tenemos un sentido de identidad y de propósito que sea profundo y forme parte de nuestro yo más íntimo, formaremos nuestra identidad en función de lo que la sociedad nos ofrece: nuestras posesiones, los roles que ocupamos, nuestros éxitos materiales, el dinero, el poder, etc. Siendo todo esto inestable y cambiante ya que no depende totalmente de nosotros mismos.

La espiritualidad comienza por el aprender a comunicarnos con nuestro interior, con nuestra esencia, y con nuestra parte más pura que no está encarnada en lo físico..ahí radica el verdadero cambio.

·        Debemos aprender a observarnos, aprender para evolucionar.

·        Clarificar que venimos a aportar al mundo

·        Dedicar nuestros esfuerzos en mejorarnos permanentemente.

·        Aplicar nuestro conocimiento a nuestras vidas, llegando a la excelencia de lo que nuestro potencial permite.


Abrazos de luz! 

Aldana

www.renovatiocoaching.com

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