Hoy quiero recordar a una valiente mujer llamada Irena Sendler,
apodada “el ángel del gueto de Varsovia” y de profesión enfermera…a quien no
debemos olvidar.
Irena se unió a la
Zegota, un consejo de polacos para ayuda a los judíos y comenzó su misión en el
gueto en 1942. Con la estrella de David en su brazo como signo de solidaridad,
paseaba y ayudaba a los habitantes de esta ciudad-preludio de una muerte
segura. Es por ello que decidió intentar convencer a las familias para sacar a
sus hijos y nietos de allí cuanto antes, sabiendo el fatal destino que les
aguardaba. Durante un año y medio consiguió sacar a más de 2.500 niños por
distintos medios: primero en ambulancias fingiendo que eran víctimas del tifus,
más tarde en cualquier sitio imaginable como sacos de patatas, cajas de
herramientas o ataúdes. Para que los niños que había rescatado no perdieran su
verdadera identidad judía, creó un archivo con sus nombres y sus nuevas
identidades. Sólo ella sabía de la existencia de estas lista y es por ello que
la guardó en dos frascos de cristal y los enterró en el jardín de su vecina.
Pero alguien se enteró de su secreto y
en 1943 fue detenida por la Gestapo, encarcelada y torturada hasta el punto de
romperle brazos y piernas. Fue sentenciada a muerte. Afortunadamente, un
soldado alemán (sobornado por Zegota) consiguió que escapara un día antes de la
ejecución y hacer que figurara como muerta.
Al finalizar la guerra, Irena
desenterró los frascos e intentó buscar a las familias de los niños, sin éxito
la mayoría de las veces pues casi todos habían muerto en los campos de
concentración.
"EL VERDADERO HEROISMO ESTA EN TRANSFORMAR LOS DESEOS EN REALIDADES..."
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